Roma es la capital de una de las mayores civilizaciones de la historia, en mayor o menor medida ha tenido influencia sobre el desarrollo de todos los rincones de Europa hasta nuestros días. Roma fue fundada en el 753 a.C. como una monarquía y el Imperio Romano de Occidente cayó más de mil años más tarde en el 476 d.C. El crecimiento cultural y territorial de Roma durante ese periodo fue notable lo cual dio lugar al desarrollo de un arte, el romano, similar al griego en un principio y con características propias conforme avanzó su historia. En este artículo procedemos a analizar el arte romano.
Características del arte romano
La principal influencia del arte romano es sin duda el arte griego. Cuando la República conquistó Grecia, se adquirieron numerosos conocimientos de la civilización helenística tanto en el terreno sociopolítico como en el artístico y cultural. El centro del arte griego era la belleza, exaltaba a los dioses y buscaban la perfección en sus obras, cuanto más se acercara a la naturaleza, más bonitas parecían, los temas solían ser en su mayoría religiosos o mitológicos.
Los romanos se desmarcaron de esta tendencia griega y exaltaron a los propios hombres. Bustos, esculturas de gobernadores y políticos, retratos de emperadores y arcos triunfales o columnas conmemorativas con relieves que narran las batallas. Este cambio radical en la temática de las obras es el rasgo que distingue el arte griego del romano.
El siglo II d.C. fue el denominado Siglo de Oro del Imperio Romano, durante este periodo 5 magníficos emperadores gobernaron Roma y la hicieron crecer en todos los aspectos, incluido en el artístico. El arte romano, fue más variado e incluso moderno que el arte griego y es por ello que tuvo mayor influencia en el arte del Renacimiento y la Edad Media. Otro de los rasgos distintivos del arte romano es su practicidad, las obras de arte se diseñaban y se creaban siempre para cumplir una función.
Debido a este carácter práctico los romanos desarrollaron enormemente la arquitectura, llevaban a cabo verdaderas obras de arte arquitectónicas que sin embargo tenían siempre una utilidad. El arco y la bóveda siempre jugaron un papel predominante en los edificios romanos.
Además de la arquitectura, la pintura romana también tuvo gran importancia, y las esculturas, sobre todo en forma de bustos o relieves en las columnas de la ciudad también son destacables. Sin embargo, la cultura romana no acaba en el terreno artístico, el derecho, la sociedad y la organización con la que se regía Roma son todavía referencias para la civilización occidental actual.
A continuación vamos a desglosar el arte romano en tres ramas principales, la arquitectura, la pintura y la escultura.
Arquitectura romana
Las construcciones realizadas por los romanos cumplian una doble funcionalidad. En primer lugar, la mejora del nivel de vida de los ciudadanos de roma, se mejoraban las condiciones de seguridad, salud y ocio, por ello construían acueductos, puentes, coliseos, circos, teatros… La segunda de ellas busca representar la majestuosidad y el poder del vasto Imperio Romano, se empleaban grandes bloques de mármol para representar, por medio de grabados, las grandes grandes hazañas en tiempos de guerra. Se trata de obras de arte que se busca que sean claramente visibles y que perduren en el tiempo.
Escultura romana
El arte etrusco y el griego fueron las principales influencias de la escultura romana. El realismo etrusco y el idealismo griego son los terrenos entre los que se mueve el arte romano en general y la escultura en particular. La temática central en ambos estilos es el retrato.
En los inicios de la República, la influencia etrusca era notable y la mayoría de esculturas se caracterizaban por su realismo. Con la conquista de de Grecia, el idealismo comienza a surgir entre las esculturas romanas.
Pintura romana
Se distinguen dos corrientes pictóricas o estilos bien diferenciados:
- Estilo Neoático. Preocupado por la forma humana, resalta temáticas mitológicas y epopeyas.
- Estilo Helenístico-Alejandrino. Preocupación por la pintura rural, paisajes y marinas.
Los frescos hallados en Pompeya muestran cómo en ciertos periodos de la historia, Roma produjo pinturas arquitectónicas en las que se representaban los grandes edificios romanos.
Por lo general, las obras pictóricas romanas son imitaciones o variaciones de las griegas. Un elemento distintivo de la pintura romana es la técnica de manchas de color al temple. Con un estilo casi impresionista ya en esa época. La temática predominante es siempre realista, paisajes, personas o escenas bélicas.
Excelente información, muy bien redactada, específica y detallada, con grandes imágenes de referencia que ayuda mejor al entendimiento.
ResponderEliminar¡Felicidades!