El imperio persa se formo en de la unión de los pueblos medos y persas, se desarrollaron en la meseta de la que hoy es Irán, hacia el año 1500 a.C. Se expandieron a los largo del Medio Oriente. Dario I fue su principal impulsor a nivel económico y territorial, aunque su expansión territorial se inició con el reinado de Ciro II.
Imperio Medo, inicios del Imperio Persa
En el II milenio, alrededor del año 1500, los persas ocuparon las regiones occidentales de Irán, indoeuropeos, venidos del otro lado del Cáucaso. Otros grupos penetraron en Asia Menor. Alguna de sus ramas siguió su camino hacia la India. Los que aquí se quedaron se llamaron medos y persas; éstos se establecieron en las comarcas meridionales, y los primeros en el Norte.
Mientras Asiria fue poderosa, pudo tener a raya a los montañeses vecinos, y entre ellos a los indoeuropeos de la meseta del Irán. Parte de éstos pagó tributo a Sargón. Cuando reinaba Asurbanipal, surgió un caudillo de los medos, Ciaxares. Unificó a su pueblo, llevó el límite de sus dominios hasta el río Halys, en la lucha con los lidios (585), y junto con los babilonios sublevados destruyó Nínive. Estableció la capital de su reino en Ecbatana. Su sucesor fue Astiages.
Mientras Asiria fue poderosa, pudo tener a raya a los montañeses vecinos, y entre ellos a los indoeuropeos de la meseta del Irán. Parte de éstos pagó tributo a Sargón. Cuando reinaba Asurbanipal, surgió un caudillo de los medos, Ciaxares. Unificó a su pueblo, llevó el límite de sus dominios hasta el río Halys, en la lucha con los lidios (585), y junto con los babilonios sublevados destruyó Nínive. Estableció la capital de su reino en Ecbatana. Su sucesor fue Astiages.
Decadencia del Imperio persa
Después de un período de turbias intrigas y asesinatos palatinos, queda afianzado en el trono Darío II Ochos (424-405). Su reinado está lleno también de intrigas y es interesante en relación con las luchas entre los griegos. Gracias al apoyo imperio persa, acentuado por Ciro, el ambicioso hijo del Gran Rey, Esparta pudo vencer a Atenas.
A su suerte, en 405, Ciro intentó arrebatar el reino a su hermano Artajerjes II, con la ayuda de un ejército de mercenarios griegos. En Cunaxa los griegos vencieron, pero Ciro murió, y pasaron grandes penurias para llegar a la costa del Mar Negro (retirada de los Diez mil). Gracias a las desacuerdos entre los griegos, Artajerjes logró imponer la llamada paz del Rey, que restablecía su Imperio con la extensión que tuvo en tiempos de Darío I. Tuvo que sofocar peligrosas revueltas en Chipre y Egipto, complicadas con una gran conjuración de sátrapas. Después de un largo reinado, murió el año 359. Artajeijes III, su hijo, le sucedió y reconquistó Egipto. Murió asesinado por su favorito Bagoas, que cometió muchos crímenes hasta ser también asesinado por Darío III (336), el rey vencido por Alejandro y con el que halla su fin el Imperio persa.
A su suerte, en 405, Ciro intentó arrebatar el reino a su hermano Artajerjes II, con la ayuda de un ejército de mercenarios griegos. En Cunaxa los griegos vencieron, pero Ciro murió, y pasaron grandes penurias para llegar a la costa del Mar Negro (retirada de los Diez mil). Gracias a las desacuerdos entre los griegos, Artajerjes logró imponer la llamada paz del Rey, que restablecía su Imperio con la extensión que tuvo en tiempos de Darío I. Tuvo que sofocar peligrosas revueltas en Chipre y Egipto, complicadas con una gran conjuración de sátrapas. Después de un largo reinado, murió el año 359. Artajeijes III, su hijo, le sucedió y reconquistó Egipto. Murió asesinado por su favorito Bagoas, que cometió muchos crímenes hasta ser también asesinado por Darío III (336), el rey vencido por Alejandro y con el que halla su fin el Imperio persa.
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